martes, 16 de diciembre de 2014

La inmortalidad

Si me preguntan si creo en la inmortalidad,  les digo que sí. Toda persona es inmortal durante un tiempo. Puede que nuestra consciencia no sea inmortal, pero si nuestras ideas.  Se podría decir que aun bailan las cabelleras del fuego de Heráclito en las hojas de la filosofía occidental. Que viven en la poesía de nuestros días los cantos de Homero. Que vive en el filo de Grecia la espada de Alejandro Magno, y en su mesura Sócrates, y en su locura Dionisio. Que vive  en la moral de los cristianos las palabras y las acciones de Cristo. Que viven en nuestra  América nuestros pueblos originarios, únicos y verdaderos redimidos del olvido. Qué en los peronistas vive Perón y Evita, y que con Néstor Kirchner aparecen los desaparecidos.  Que viven en nuestros días  filósofos, poetas, músicos, guerreros y valientes que perpetúan o expanden  sus ideas a tiempos futuros remotos o efímeros. Pues es que el mero estar no es una condición natural en la que vivimos, o tenemos que vivir. La tragedia del hombre es el paso del tiempo. Su compromiso es trascender. Ser inmortal el mayor tiempo posible, es la idea del que buena voluntad tiene, y la moral consiste en que aquella cosa por la que quiere hacerse inmortal un hombre sea  una causa noble y justa.  La única muerte es el olvido. Bienaventurados aquellos que quieran perpetuarse en las memorias de los que también serán olvidados. Pobres de aquellos que caerán al abismo tan rápido como el tiempo en que vivirán sus vidas, si no llenan el vacío de la tragedia de su condición existencial.  Sean grandes los que prefieran el olvido, a entregar su memoria a las injusticias de un mundo sin el goce del amor, lo buenos momentos, el arte, la música y la justicia social. Es lo que pienso.  


miércoles, 23 de julio de 2014

Que Alicia Bardon, rectora a la cual apoyamos en su campaña, reciba al senador por el radicalismo Jose Cano en una audiencia pública que lleva consigo una fuerte carga mediática ( única forma de hacer política del Senador en cuestión) , me llama un poco la atención. Después de escuchar que luego de la elección de nuevas autoridades la UNT se nutriría de funcionarios de tinte académico ( como si lo académico reposara en las antípodas de la política, o lo político no tuviese lugar en un espacio académico, o como si Jose Hugo Saab y Sergio Aragon fuesen reconocidos académicos de la enteliquia intelectual de Tucumán y hubiesen aportado meritoriamente al desarrollo nacional, o al descubriento de algún teorema, o a la cura de alguna enfermedad, o a la literatura tucumana, o al pensamiento nacional o a la filosofía pos-moderna) me parece raro e ilógico prestarse al juego mediático por el cual desarrolla sus políticas tanto el senador como su partido. Sí, me llama la atención. ¿ A caso no fue la UCR con De La Rua y sus secuaces quienes pusieron de rodillas al país en el 2001 con ajustes y recortes que tenían como correlato el vaciamiento de las universidades con políticas que excluían a la comunidad del acceso a la educación pública y gratuita? ¿ No fue la UCR y Franja Morada el partido y la agrupación que más funcionarios incluyeron en las filas de las autoridades de nuestra querida Universidad? ¿ O no pusieron a Domingo Cavallo a administrar el rumbo de la Argentina, y sujeta a ella nuestras escuelas y universidades, nuestros recursos naturales, nuestras empresas nacionales, nuestros jubilados o nuestros niños y jóvenes? No los escuche a ninguno hablar de una Universidad de cara al pueblo comprometida con una causa emancipadora puesta al sevicio del desarrollo estratégico nacional. Y digo estratégico porque los escuche pedir economistas de Harvard pero no los escuché pedir científicos argentinos. Lo escuché defender las instituciones pero no los escuché cuestionarlas cuando estás mismas a través de funcionarios que ellos mismos designaban le recortaban el 13% a los jubilados.Tampoco escuchar y brindar soluciones a las carpas blancas. Yo no conocí la palabra paritarias cuando ellos gobernaban ni tampoco escuche la palabra inclusión. No los ví nunca pararse ante una corporación. Claro está, que no les importa.
Si es acaso el conflicto docente un reclamo justo, que sea justo en medida que lleve consigo la solución para la comunidad en su conjunto. No creo que la sociedad confunda un reclamo de aumento salarial con el de una causa justa y noble que es la que tiene este proyecto de país, tampoco creo que sea a través de rehenes que se lleva a cabo un reclamo, sea éste justo o no, porque soy del interior y conozco el sacrificio de muchos padres para que sus hijos estudien. Pero tampoco creo, y de esto estoy absolutamente seguro, que sea el radicalismo y el senador Cano quiénes sean los verdaderos interesados en resolver el conflicto. Más bien creo, son líderes del oportunismo político y representantes de la hipocresía mediática. Así mismo, pienso que la Señora Rectora de nuestra universidad cuenta con los canales necesarios para resolver el conflicto, como el Ministerio de Educación y la Secretaría del políticas universitarias, y lleva a cabo su gestión en un momento histórico fundamental para el país en que estamos decidiendo el camino hacia una Nación libre y soberana o un país vendido para pocos. Espero no confunda quién es quién. Lo digo como ciudadano, como estudiante,y como militante de la Agrupación Nacional La Cámpora.

Bernardo Pintos.